domingo, 15 de mayo de 2011

"Yo soy Sam"

A colación de la temática de la ponencia anterior, la discapacidad intelectual, me gustaría hacer referencia a una película que expresa no sólo la capacidad, sino también el derecho de estas personas para poder regir su vida de forma autónoma, y formar como en este caso, una familia de la que deseen hacerse cargo, aunque sea con la ayuda de algún otro agente social. El título de dicho film es, "Yo soy Sam".

Sam Dawson, el protagonista de la película, podría parcer a simple vista otro padre cualquiera preocupado por el bienestar de su hija Lucy, a la que cuida solo desde que ésta le fuera entregada por su madre, tras su nacimiento. Sin embargo, Sam posee una discapacidad que sitúa su nivel intelectual a la misma altura que el de un niño de siete años, una edad a la que su hija ya ha llegado. Éstos, junto con una serie de desavenencias con los Servicios Sociales, son los motivos que provocan que la menor sea retirada temporalmente de su padre, al alegar que su estancia con él puede perjudicar su desarrollo educativo.

A pesar de que no puedo contradecir las razones esgrimidas en este caso para la retirada de la menor, si creo preciso alegar que todos los factores que se tienen en cuenta son para mí secundarios. Así, por encima de las necesidades afectivas y emocionales, lo que se valoran son necesidades educativas y materiales, que como se observa durante el transcurso de la película, son más fáciles de cubrir que las otras. A raíz de esta película, lo que planteo en este tipo de casos es, ¿realmente personas como Sam no están preparadas para cuidar de una familia, o es que preferimos pensar que no es el caso porque resulta más fácil realizar una retirada del menor, antes que disponer los medios suficientes para evitarlo?

La pregunta planteada, puede relacionarse con lo que los compañeros exponían en su presentación: a menudo la mayor dificultad que encuentran las personas con discapacidad, es desarrollar su propia autonomía, ya que desde la sociedad o se les protege o se les ataca. Por tanto, creo importante el que valoremos, como futuros profesionales de la intervención este tipo de casos, en los que quizá la aportación de un educador social habría variado la decisión de separar a la familia, por la de implementar una estrategia educativa integral con la misma, para mejorar las habilidades de Sam y los conocimientos de Lucy.

Esta aportación, está dirigida personalmente a que reflexionemos como educadores sociales, cómo fomentar la autonomía de este tipo de personas en nuestra sociedad, evitando la toma de medidas drásticas que al final, no benefician a nadie.

Un saludo, ^^.

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