domingo, 15 de mayo de 2011

Seminario V: Intervención ante el alcoholismo.

A diferencia de seminarios anteriores, la temática de éste no se centraba en los programas de tratamiento familiar, ni era expuesto desde la óptica de la intervención pública. Así pues, la ponencia realizada por la invitada Macarena Codar se centró en este caso en la intervención privada, desde la asociación sin ánimo de lucro de “ANCLAJE”, contra el alcoholismo.

Como trabajadora social, Macarena nos hizo en primer lugar una breve descripción de en qué consistía el alcoholismo, centrándose en las etapas de abuso y dependencia de esta droga, así como las consecuencias que de ellas se derivaban. Sin embargo, como creo que no trató en profundidad todos los estereotipos que existen sobre el consumo de esta droga, así como la simple banalización que se hace de los problemas que causa, expondré a continuación un vídeo en clave de humor, que espero analicéis bajo una perspectiva crítica.



Continuando con el guión de la exposición, observamos que gran parte de la red de instituciones y recursos disponibles a favor de la atención del colectivo, surgió alrededor de los años setenta y ochenta, con motivo de la gran problemática que supuso la heroína. Así, comenzaron a surgir numerosas organizaciones de ayuda a los drogodependientes, a las que gracias a su presión sobre las administraciones, se lograron implantar varias leyes, planes y decretos relacionados. Ejemplo de esto, lo encontramos en el “Plan Nacional sobre Drogas” y el “Plan Andaluz sobre Drogas”, ambos creados en 1985.

Con el citado “Plan Andaluz sobre Drogas”, en nuestra comunidad se incorporó una perspectiva de trabajo con el colectivo, centrada en la prevención, la atención y la incorporación social del mismo, que se llevaría a la práctica a través de los “Centros Provinciales de Drogodependencias, (CPD)”, creados mediante un decreto específico.

La función principal de dicho centro, normalizar la situación de las personas afectadas por alcoholismo en su comunidad, se desarrolla gracias a la organización por su parte de toda la intervención a realizar con éstos, coordinando los recursos a aplicar y procurando que el trabajo desde estos sea desde una perspectiva holística.

Además de la creación de dichos centros, la ponente explicó como a lo largo de la década de los noventa se fueron poniendo en marcha mecanismos como las “Unidades Hospitalarias de Desintoxicación” o la “Comisión de Participación sobre Drogodependencia en Andalucía”, suponiendo esta última un gran hito. También destaca por su importancia, la creación de la “Fundación para la Atención y la Incorporación Social”, llamada actualmente FADAIS.

Avanzando en el marco legislativo, se mencionó la “Ley 4/97, de Prevención y Asistencia en materia de Drogas”, debido a que ésta recoge un nuevo enfoque sobre el trabajo con sustancias como el alcohol y el tabaco, que al estar institucionalizadas poco se habían tenido en cuenta. Este aspecto, puede relacionarse con la entrada sobre la exposición de adicciones y dependencias que realicé, ya que en ella se especifica que las sustancias citadas, a diferencia de las que son ilegales, han desarrollado un consumo llamado de “marea”, con menor visibilidad pero con mayor impacto sobre la población.

Aparte del anterior, en dicha ley también se incorporan temas o elementos como: el tratamiento del juego patológico; el impacto de las drogas a nivel laboral, sobre todo en lo relativo a las bajas médicas provocadas; la inclusión de limitaciones en publicidad, suministro y venta de drogas; la creación del “Consejo Asesor de Drogodependencias”.

En último lugar, se nos habló de la aplicación del “II Plan Andaluz sobre Drogas y Adicciones”, del que se destacaba la creación de una nueva perspectiva de trabajo llamada “reducción de riesgos”, bajo la que se entiende que el consumo continuado de la persona dependiente, no impide su trabajo con ella en otras áreas de su vida.


Estableciendo ya una mayor relación con la práctica con el colectivo, exponer que actualmente, además de las asociaciones del tercer sector, los Servicios Sociales están desarrollando un gran papel, puesto que los problemas relacionados con el consumo de drogas se entienden como una dependencia y se trabajan como tal. Aunque esto sea positivo, la ponente también nos advirtió de las complicaciones que puede conllevar si el número de recursos para el colectivo disminuye en consecuencia o si el trabajo con él es deficiente desde los Servicios Sociales, debido a su sobresaturación.


Tras este apunte sobre la labor de los Servicios Sociales, Macarena pasó a hacer referencia a la labor de “ANCLAJE”, que actúa como “Centro de Tratamiento Ambulatorio, CTA” o puerta de entrada al resto de recursos del sector, en colaboración con la Junta de Andalucía.

Dichas asociación, a diferencia de la nueva perspectiva que defendía la Ley Marco, basa sus programas en el principio de deshabituación, puesto que entienden que si no cesa el consumo tampoco cambian las pautas de la persona y su vida no mejora. Esta filosofía de trabajo, compartida también por instituciones como las ”Comunidades Terapéuticas” o “Centros Sanatorios”, luego es trasladada a los programas que implementan y a sus grupos de autoayuda, uno de los instrumentos más eficaces que existe para tratar el alcoholismo.

Así pues, vemos que algunos de los programas que tal organización desarrolla como CTA son:

  • Programa de deshabituación para personas con dependencia de alcohol, “Vivir sin consumir”.
  • Programa ARQUÍMEDES”. Centrado en la incorporación laboral de estas personas.
  • Programa de actividades asociativas y complementarias al tratamiento de deshabituación.

Es el último de los programas citados el que más llamó mi atención, puesto que por su función de complementariedad al tratamiento de la deshabituación, puede suponer una oportunidad para realizar con la persona una intervención educativa que le ayude, en función de sus características e intereses, a reinsertarse en la sociedad a través por ejemplo, de su incorporación en un movimiento asociativo. Ésta, es una función que sin duda el educador social debería desempeñar, junto con la de la atención socioeducativa de los familiares de los atendidos, ya que son una parte importante de la solución del problema.

Por otra parte, quisiera destacar el que todos los programas de esta asociación, tienen como objetivo común el formar a los voluntariados que van a participar con ellos adecuadamente, evitando que en el desempeño de su labor, muy importante en lo relacionado con los grupos de autoayuda, puedan perjudicar a los atendidos.

Mi atención a este punto, se debe a que como voluntaria de otra asociación, considero esta una acción muy positiva al ayudar a preparar a la persona para la realidad a la que se va a enfrentar. Sin embargo, como en mi caso también tuve que realizar cursos con este fin, me gustaría aportar algunas ideas para mejorar su efectividad. Así pues, considero que los cursos han de darse por personal directamente relacionado con la asociación y con larga experiencia en el trato con el colectivo; habría de procurarse que estos fueran amenos e incluyesen prácticas relacionadas con las actividades que realizarán los voluntarios; los cursos deberían ser progresivos y desarrollarse no sólo al inicio del voluntariado de cada persona, para permitir que ésta mejore cada vez más.


Tras esta aportación personal, me dispongo a detallar ahora las funciones que según la ponente debería desempeñar un trabajador social en este tipo de organizaciones. De este modo, vemos que su cometido incluiría el realización de entrevistas, historias de vida, diagnósticos o programas de atención individualizada, de gran importancia para determinar la situación de la persona. Con esto, el profesional deberá planificar los recusos a los que habrá de acceder la persona, gestionando su entrada en ellos. Cuando sea preciso, el profesional también planificará programas y recursos que luego ejecutará y evaluará junto a sus compañeros.

Personalmente, como función del trabajador social destaco la de evaluación constante de la situación de la organización, los programas, los recursos y sobre todo, las personas. Este es el punto más crucial de su trabajo, la comprobación de la situación de las personas atendidas para continuar la intervención que había planificado o variarla para mejorar los resultados si es preciso.


Con esta última idea, cierro mi entrada. Un saludo, ^^.



1 comentario:

  1. Por cierto, se me olvidó que "ANCLAJE" es una organización que mantiene un convenio con la Junta de Andalucía para poder actuar como CTA, y que está declarada de "utilidad pública", especialmente por los grupos de autoayuda que pone en marcha, atendiendo a las características de los usuarios.

    Así por ejemplo, existen grupos de autoayuda diferenciados según la edad y el sexo de la persona, y por supuesto según su tipo de consumo, lo cual resulta muy útil.

    Con estas ideas creo poder dar por concluida la entrada. Un saludo.

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