sábado, 18 de junio de 2011

Despedida: sinopsis del bagaje adquirido.

Tras dos cuatrimestres intensos, en los que he pasado de aprender qué era una situación de desadaptación social, hasta identificar multitud de tipos de ésta en colectivos en los que antes nunca había reparado, me gustaría dar cierre a este blog, recapacitando sobre las experiencias y aprendizajes más significativos que de ello ha resultado.


Así por ejemplo, del primer cuatrimestre destacaré la introducción teórica, sobre todo en lo referente al conocimiento de la desadaptación, inadaptación y la exclusión social, sin olvidarme por supuesto de la socialización terciaria, ya que esto ha supuesto la base sobre la que luego he podido analizar los diferentes tipos de intervención existente. Gracias a ello he desarrollado por tanto, una visión propia de la problemática de la desadaptación, sobre los modelos de intervención más adecuados en cada caso y sobre todo, de la importancia del educador social en este proceso, aplicando una perspectiva integral que da un importante papel a la prevención.


Por otra parte, también es preciso destacar la importancia de estos conocimientos en el trabajo práctico que tuvimos que realizar, (y en el que debo reconocer la buena labor de mis compañeros), ya que partiendo de ellos pudimos analizar mejor la situación del colectivo de personas con altas capacidades y comprender las carencias que tiene la intervención con él, como la falta de la labor del educador social, por ejemplo.


Partiendo de este trabajo comienzo mi valoración del segundo cuatrimestre, que para mí ha sido sin duda de gran interés al permitirme entre otras cosas, descubrir nuevos campos profesionales que antes no contemplaba, como el de la salud mental. En relación a lo anterior, también destacaré la ponencia de aulas hospitalarias, ya que es el trabajo sobre la salud desde lo social el que mayor interés me ha causado y en el que sin embargo, me he llevado mayores decepciones, puesto que la figura del educador social no está apenas incluida. No obstante, esto no supone para mí una desmotivación sino un aliento al trabajo y la mejora de la intervención, en la que espero lograr incluir no sólo esta figura profesional sino su enfoque.

Además de lo anterior, de este período de exposiciones también me gustaría hacer referencia a algunas de las conclusiones generales obtenidas, como: Los factores de riesgo para la desadaptación social a los que nos enfrentamos hoy día son múltiples, por lo que como vimos en el artículo titulado “El gran saqueo”, la incertidumbre de alcanzarla siempre está ahí. En este punto, los profesionales de lo social deberían incidir en la estructuración de una mayor red de recursos, el aumento de la coordinación entre éstos y la adopción de una mejor gestión de los mismos, aumentando su eficiencia. Las dificultades para superar la exclusión social son numerosas, tanto que las personas que la sufren no suelen tener amparo institucional y aún existiendo ayudas por parte de administraciones y demás, tampoco acceden a ellas por su desconocimiento. Para evitar esto, las campañas de prevención e información son cruciales, siendo ésta una labor que puede desarrollar el educador.


Junto con el segundo cuatrimestre, otros elementos que me han llamado la atención de la asignatura son los seminarios, ya que nos permitían conocerla realidad profesional de ámbitos que, como los centros de protección de menores o los Equipos de Tratamiento Familiar, tienen un difícil acceso de otro modo. Es por ello, que mi valoración respecto a los mismos es bastante positiva, aunque recomiendo para próximos años que se incluya en igualdad la visión de determinados ámbitos desde la iniciativa privada, o desde el enfoque de educador y trabajador social.


Finalmente, exponer que el tiempo empleado en esta asignatura ha sido para mí bastante fructífero, puesto que me ha acercado bastante más al trabajo real con los diferentes colectivos a los que podemos tener acceso. Además, el enfoque de trabajo desde el que ésta se adopta me parece tan oportuno, como la mayoría de ideas y reflexiones que conseguimos extraer finalmente. Como apunte, exponer que si tan sólo lográsemos desarrollar un cuarto de las propuestas descritas durante el año, podríamos influenciar notoriamente en la mejora de algunos colectivos y la sociedad y esto a su vez, provocaría el cambio de las necesidades o cuestiones sobre las que deberíamos intervenir. Esta última idea, referente a que nuestra intervención como profesionales nunca tiene fin, pues sabemos dónde empieza y no donde acaba al modificar nosotros mismos las situaciones, me gustaría reflejarla a través del siguiente vídeo. Creo que el mensaje de la canción es en sí un enfoque de trabajo que podemos adoptar y que creo resulta positivo porque entiende la transformación de nuestra actividad y la participación en ella de todos los implicados.







Con esto último cierro oficialmente el blog, aunque probablemente continuaré dándole uso para centrarme en cuestiones relacionadas con el trabajo y la educación social. Un saludo y hasta pronto.

viernes, 17 de junio de 2011

Intervención con el colectivo que presenta mayor exclusión social: las personas sin hogar.

Durante esta sesión, fueron las compañeras Guiomar, Rocío y Carmen, las encargadas de desarrollar una ponencia acerca de las personas sin hogar y sus características como colectivo bajo la problemática de la desadaptación social. Con ella, las compañeras pretenden hacernos ver la verdadera realidad a la que dichas personas se enfrentan, sensibilizarnos y analizar el tipo de trabajo que se realiza con ellas.

Siguiendo la estrategia desarrollada en anteriores ponencias, las compañeras nos presentaron primero los numerosos y extendidos prejuicios existentes acerca de las personas sin hogar, relacionados con su pereza, falta de higiene, el desarrollo de conductas disruptivas como la delincuencia, o el deseo de encontrarse en esa situación. Frente a estos prejuicios, debemos saber que el colectivo de personas sin techo se caracteriza principalmente por su gran heterogeneidad, por lo que es imposible generalizar así. Además, también destacamos que el porcentaje real de comisión de delitos por ejemplo, es muy poco significativo, un dato real en el que siempre deberíamos basar nuestra visión para con él.

En relación al apartado anterior, las compañeras expusieron que en nuestra sociedad existen numerosos términos con los que se pretende describir a estas personas, siendo estos inadecuados en muchos casos, ya que más que su realidad, reflejan los prejuicios que las personas que los emplean tienen de ellas. Estos son:

  • Mendigos: se refiere a las personas sin hogar que piden a cambio de nada, que resultan ser sólo entre un 10% y un 15% de las personas de este colectivo.
  • Indigentes: serían personas que, careciendo completamente de recursos, están en tal situación en contra de su voluntad. En estos casos, es muy probable que las personas haya llegado hasta tal punto, como consecuencia de haber sufrido varios hechos traumáticos en su vida, como la pérdida de apoyo familiar o el desarrollo de una enfermedad mental.
  • Vagabundo: éste es un término despectivo con el que se pretende hacer referencia a las personas con un alto grado de movilidad, algo que entre las personas sin hogar apenas suele darse, ya que la mayoría no suele ausentarse de su zona y cuando lo hace es sólo para buscar recursos.
  • Sin techo: sólo incluye a las personas que pernoctan en la calle, dejando atrás la descripción de ámbitos o problemáticas más profundas.

Partiendo de la anterior base, el concepto que elaboro para personas sin hogar sería el siguiente: son personas que tras sufrir de forma consecutiva varios hechos traumáticos en su vida, han perdido los lazos y/o apoyos familiares, sociales y laborales que les ayudaban a sostener su adaptación social y que, en contra de su voluntad en la mayoría de los casos, acaban viviendo en la calle de manera prolongada.

Tras esta definición, me gustaría exponer las características principales del colectivo, teniendo en cuenta que éstas se dividen en dos perfiles, el tradicional y el actual, ya que como ha ocurrido con otros colectivos, debido a los cambios sociales actuales ahora existen nuevas problemáticas que afectan a éste y han surgido nuevas características.

Como conclusión a esta tabla, incidir en la ampliación que ha sufrido el perfil de este colectivo y por tanto, el mayor riesgo que sufre ahora nuestra población de llegar a esta situación de desadaptación, para la que existen escasos mecanismos de protección como veremos luego. No obstante, antes me gustaría incidir en la clasificación que las compañeras expusieron sobre las personas sin hogar, atendiendo a sus características y tiempo de permanencia en la calle.

  • Incipiente: son personas sin hogar que sufren tal situación desde un período de tiempo corto, inferior a seis meses por lo general.
  • Habitual: en este caso, la situación de la persona en la calle se ha prolongado más de medio año y ésta, suele hacer uso de los centros de acogida y otros servicios relacionados para paliar su situación, ya que ante la salida de la misma existen dificultades notorias.
  • Crónico: refleja a aquella persona sin hogar que ha permanecido en esta situación durante largo tiempo y que apenas tiene expectativas de cambiarla, siendo sus principales características un gran deterioro físico y psicológico. En este caso, las personas no utilizan los servicios a los que puede acceder y le resulta imposible salir de la situación en la que se encuentra, por sí mismo.

Una vez examinados algunos puntos clave del colectivo, me gustaría reseñar los factores de riesgo que dan lugar a esta problemática, destacando que éstos han de ser analizados de forma holística ya que difícilmente por sí solo, un factor puede provocar tal situación en la persona, algo ya analizado en anteriores exposiciones. De este modo, es la unión de hasta ocho de estos factores, lo que unido a la falta de apoyo, da lugar a las personas sin hogar. Dichos factores son, representados por las compañeras a través del juego manual “Jenga”, son: pérdida de empleo; divorcio/separación; enfermedad mental; sufrimiento de maltrato y/o abusos sexuales; orfandad…

Como consecuencia directa de la acción de estos factores de riesgo, la persona podría sufrir bajo la condición de “sin hogar”, las siguientes problemáticas:


  • Falta de vivienda.
  • Falta de empleo.
  • Falta de ingresos.
  • Baja autoestima.
  • Enfermedad mental.
  • Víctimas de los prejuicios.
  • Alcoholismo y otras adicciones.
  • Escasez de recursos y dificultad a su acceso.
  • Robos, vejaciones y agresiones.


A las anteriores problemáticas, en mi caso añadiré que la escasez de recursos de atención para este colectivo, se debe a la precaria protección que el mismo posee mediante la ley, como anunciaba antes, algo que creo se debe en parte, a la propia heterogeneidad del mismo, que dificulta la articulación de una legislación general. No obstante, aunque tal dificultad sea cierta, tampoco sirve como justificante de la ineficacia por ejemplo de la legislación internacional. Ésta, resulta ser demasiado general y poco sancionadora con los países que no la cumplen, algo que puede observarse con los acuerdos firmados dentro de la Unión Europea al respecto, ya que no son más que meras orientaciones del trabajo de cada país y no una obligación a cumplir. Como ejemplos de la legislación al respecto exponer:

  • A nivel internacional: Derechos Humanos, (derecho a la libre circulación), Carta Social Europea, Estrategia de Lisboa 2000.
  • A nivel estatal: Constitución Española, (derecho a la vivienda, al acceso a los servicios públicos y a la igualdad ante la ley).
  • A nivel autonómico: Plan Concertado, (regula el equipamiento de los centros de acogida para marginados sin hogar, a los que estas personas pueden acceder.

Partiendo de esta escasa legislación y en consecuencia, de recursos y financiación, he de centrarme ahora en algunos de los déficits que presenta la intervención con el colectivo. De este modo, destacaré por ejemplo el que las propias políticas, los recursos diseñados y la propia visión de trabajo de administraciones y entidades privadas en algunos casos tenga un marcado carácter asistencial, limitado a la paliación de los efectos de la problemática y poco centrado en su prevención, labor donde el educador social debería tener un papel crucial. Así mismo, vemos que la mayoría de redes de recursos existentes resultan ser privados, teniendo la administración un escaso peso, lo cual resulta negativo si deseamos mejorar el trabajo con el colectivo hacia un enfoque menos asistencial y más educativo.

Por otra parte, es importante destacar que el trabajo con estas personas no se está adaptando a sus características, al no contemplarse su nuevo perfil, y apenas es realizado por profesionales cualificados como el educador social, lo cual incide en la ineficacia de tal intervención.


Centrándome ahora en los recursos destinados a estas personas, destacaré por su mayor importancia tres, siendo uno de ellos el centro en el que las ponentes realizaron su práctica.

Así, haré referencia en primer lugar a los albergues, centros de acogida municipales en los que, a pesar de su utilidad para paliar la pernoctación en la calle por parte de las personas, se dan demasiadas carencias en mi opinión. Y es que, junto al limitado número de plazas que éstos poseen, (donde existe una diferencia notoria entre las adjudicadas a hombres y mujeres, al desoír la actualización del perfil), la estancia máxima en ellos es de tres días. Además, vemos que las condiciones de acceso en general a tal recurso, dificultan que las personas sin hogar a nivel crónico, puedan disfrutarlos, por lo que agravan aún más su situación. Ante esto, sería conveniente que el conjunto de profesionales relacionados con el sector demandara no sólo la creación de más de estos centros, sino su tipo de gestión, ampliando el número de días de estancia y la oferta de servicios dentro de ellos, tanto como para poder realizar pequeños seguimientos de cada persona que entra.

En segundo lugar, centrándome en los conocidos comedores, exponer que estos resultan básicos para el bienestar mínimo del colectivo, por lo que sería preciso ampliar su capacidad de atención a un mayor número de personas y evitar, que las fuerzas policiales lo tomen como un punto de control, para que éstas no dejen de acudir. Para ejemplificar tal problema, añadiré a continuación un link en el que podréis ver la noticia:

http://www.antena3.com/noticias/sociedad/caritas-denuncia-que-ilegales-acuden-comedores-sociales-miedo-policia_2011040701642.html#


En último lugar, reseñaré el recurso estudiado por las compañeras y el que creo resulta más positivo para el trabajo con este colectivo, ya que entre otras cosas es capaz de trabajar con personas sin hogar en nivel crónico y con múltiples problemáticas, desde una perspectiva integral y no centrada en el asistencialismo. Dicho recurso, llamado “Centro Amigo”, es un centro de día capaz también de prestar atención residencial que, perteneciente a la entidad privada “Cáritas”, realiza un importante trabajo de rehabilitación y reinserción social, con la ayuda entre otros profesionales, del educador social.

El acceso al centro por parte de los usuarios, que suelen ser hombres mayores de cuarenta y cinco años, puede darse tanto por iniciativa propia, como por derivación de las parroquias, otras entidades o servicios de protección social. Tras su llegada, toda persona es entrevistada por la trabajadora social, encargada de evaluar su situación de exclusión, para aceptar su solicitud de entrada o derivarla a otra entidad si es preciso. Una vez que la persona pasa también la evaluación de un médico y un psicólogo, se comienza a plantear con ella un programa de objetivos individuales, que serán evaluados mensualmente. Como un dato importante, destacar que en este centro no existe un período de estancia limitado, por lo que la persona podrá trabajar allí hasta que esté capacitada para poder acceder normalmente, a otro tipo de recursos en los que complete su reinserción, como por ejemplo, la comunidad terapéutica.

Como dije anteriormente, el citado centro representa con diferencia el mejor modelo de intervención con una problemática social como ésta, al trabajar con ella directamente por un espacio de tiempo prolongado y de forma educativa. Es esto último, la presencia del educador social, lo que sin duda promueve en mayor medida la reinserción eficaz de la persona gracias a su acción sobre la llamada “socialización terciaria”, por lo que creo que sería aconsejable que la administración obligara a todas las entidades relacionadas con este colectivo a incorporar tal figura.

Ante lo expuesto, destacar de forma general que este es uno de los colectivos con mayores problemas de exclusión social existente, ante lo que sin embargo, se da el mayor abandono institucional posible, tanto en el aspecto legislativo como en el de financiación y oferta de recursos. A pesar de que esta es una situación presente desde hace varios años, creo que el efecto de la crisis económica la ha empeorado, algo ante lo que la administración debería actuar, incidiendo por ejemplo en el desarrollo de programas preventivos contra la exclusión social, que deberían dirigirse a amplias capas de la población por no decir a toda ella, teniendo en cuenta que éste comienza a ser un problema que ha extendido su radio de actuación. De forma general, la administración debería procurar la creación de una “malla de seguridad” más tupida que disminuya la incertidumbre ante esta problemática, contando también con la iniciativa privada, como expone Luis Moreno en su texto “Estado de bienestar y mallas de seguridad” referente a los recursos que aumentan la protección social de la persona frente a la exclusión. Por tanto, se trata de poner en marcha muchos más recursos, no sólo interventivos sino también preventivos, que actuando de forma coordinada e integral, puedan evitar, intervenir y solventar tal situación.

Con esta última aportación y la recomendación, a través del siguiente link de una página web en la que se recogen viñetas críticas hacia la situación y trato que reciben las personas sin hogar, cierro la entrada. Un saludo y gracias por la atención.

http://www.cartoonstock.com/w/es/p/personas_sin_hogar.asp