jueves, 10 de marzo de 2011

"Bullying. Acoso Escolar".

Durante esta tercera sesión de exposiciones grupales, fueron las compañeras María del Mar Ríos, Teresa Pozo y Salud Pérez, las encargadas de desarrollar un tema que, relacionado con la infancia y la juventud, representa una grave situación de vulnerabilidad y exclusión social, que puede desembocar en consecuencias muy desfavorables para todos los implicados. En este caso, hablamos del acoso escolar o bullying, un fenómeno cada vez más denunciado en los centros educativos españoles.

Las ponentes, comenzaron su exposición con una breve introducción de la temática en la que explicaban qué era el acoso escolar, donde se originaba y desarrollaba. Para desarrollar esta introducción, las compañeras se ayudaron del tráiler de la película, “Bullying”, en el que se observaban numerosas escenas de acoso tanto físico, como verbal. A raíz de estas primeras explicaciones, se justificó la necesidad de tal trabajo bajo los supuestos de la importancia de una actuación preventiva en este tipo de problemáticas, que de una forma u otra, pueden determinar el camino evolutivo de nuestra sociedad, al afectar a los que serán las personas adultas del mañana.

Antes de continuar desarrollando la exposición, me gustaría aportar la definición que sobre acoso escolar elaboró Dan Olweus y que junto al mismo grupo de trabajo de esta asignatura, utilizamos en un proyecto también relacionado con esta temática en otra asignatura. Este autor, describe el acoso escolar como aquella “conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un alumno contra otro, al que elige como víctima de repetidos ataques. Esta acción negativa o intencionada, sitúa a la víctima en una posición de la que difícilmente puede salir por sus propios medios.”

A raíz de esta definición y utilizando ahora las aportaciones de Clarence, que apunta al aumento de los casos de acoso y violencia en el entorno escolar, junto con el aumento de la industrialización y del bienestar social. Aparte de factores de carácter ambiental, que como los citados anteriormente, puedan afectar al aumento de los casos de acoso, debemos tener en cuenta aquellos que favorecen que se produzca, como la propia adolescencia, momento en el que se produce:

  • Crisis de la socialización: en esta etapa se produce una ruptura entre lo aprendido por los padres y la realidad del mundo exterior, interiorizada a través del grupo de iguales.
  • Cambio en las estructuras personales, por el paso de la infancia a la infancia a la adolescencia.
  • Desorientación Social.

Además de lo anterior, vemos como otras características de la adolescencia:

  • Descubrimiento del yo.
  • Inicio de la actividad sexual.
  • Sentimentalismo.
  • Desarrollo del pensamiento crítico.
  • Sentimiento de autonomía personal y ansias de liberación de las figuras de autoridad.
  • La importancia del grupo de iguales, que ofrece a través de su estructura y dinámica peculiar, una mayor comprensión y seguridad. En estos grupos, el adolescente suele renunciar a su personalidad para desarrollar un rol concreto.


Como hemos visto, la adolescencia es un período vital en el que la persona se encuentra desadaptada socialmente, al romper con las estructuras normalizadas de la sociedad, para buscar su propio yo. Sin embargo, eso no resulta ser un problema si esa situación como tal no se perpetúa y el adolescente no interioriza conductas disruptivas que puedan perjudicar su futuro.

Es por esto, que tal y como nos decían las compañeras, el modelo educativo que los padres emplean con sus hijos es tan importante, ya que dependiendo de éste, así actuarán en consecuencia los adolescentes al llegar a tal período, e incluso dentro del círculo del bullying, en el que podrán representar papeles muy diferenciados, como veremos luego. A continuación, presentaré los tipos y las características de ellos cuatro:


Atendiendo a este esquema, para nuestras compañeras el modelo educativo ideal sería el proteccionista. Sin embargo, como ya traté en una entrada en el cuatrimestre anterior, creo que no hay un modelo claramente perfecto, sino una combinación de ellos, exceptuando claro está las características del estilo educativo negligente. Por tanto, me gustaría remitirme a la entrada que ya creé sobre este tema y comentar de nuevo las propuestas del autor José Antonio Marina al respecto.

Como hemos visto, los estilos educativos aplicados por los padres, tienen una gran incidencia luego, en los roles que los alumnos pueden desempeñar en el bullying, y que son los de:

- Agresor/es, dentro de los que podemos distinguir por una parte a aquellos que desarrollan la violencia como un rasgo habitual de su conducta dominante, (proactivos), y por otra, a los que sólo la utilizan como forma de reacción ante algún momento de tensión especial, (reactivos).

- Víctima/s, divididas también en dos perfiles. Aquellas que se corresponden con el rol de persona débil e indefensa, y las que son consideradas como personas irritantes u opuestas al pensamiento general del grupo.

- Compañeros/as o espectadores, que suelen observar el acoso pero no intervienen su desarrollo, teniendo una gran importancia en el inicio y mantenimiento del mismo, al favorecer o no la condición de víctima de una determinada persona.


Como complemento al factor de la adolescencia como posible base del bullying, me gustaría añadir otros que considero de igual importancia como: La posición desfavorable de la víctima con respecto al resto de sus iguales, así como la decisión de éstos últimos ya sea de forma consciente o no, de posicionar a ésta como tal; La escuela como medio en el que los menores se desarrollan entre su grupo de iguales, creando para ello toda una serie de normas y una jerarquía no oficial, (líderes no formales); Los profesores como modelos de determinados patrones de conducta, que influyen en el desarrollo del bullying; La influencia de los medios de comunicación como transmisores de una cultura de la violencia atractiva para los jóvenes.

Algunos de los factores de riesgo para el desarrollo de la problemática incluidos, son hechos que suceden en nuestro día a día y a los que no prestamos la suficiente atención. Así por ejemplo, vemos que se contempla tal tipo de factor, los modelos de conducta que el profesor exporta a los alumnos, cosa que pasa desapercibida por todos ellos debido a su escasa preparación al respecto. De este modo, si existe algo a lo que debamos prestar atención, es al colectivo de profesores que rodea el entorno en el que éste puede llegar a desarrollarse, ya que dependerá de ellos que esto sea así o no.


Obviando ya los factores de riesgo que inciden en su aparición, vemos que tras el bullying existen una serie de elementos característicos como son el deseo intencional y obsesivo por parte del acosador para dañar a la víctima; el que una persona sale dañada como resultado de su desarrollo; el que el maltrato se produce de forma reiterada y contra alguien menos poderos, careciendo de justificación palpable.

Observamos por otra parte, que los lugares más concurrentes para el desarrollo de este tipo de acoso son las aulas, los recreos o lugares comunes del centro educativo, como los baños.

Con respecto a las manifestaciones del bullying, destacamos varios tipos, que determinaré a continuación según su orden normal de aparición:

  1. Maltrato verbal: suele ser la modalidad más habitual.
  2. Intimidación psicológica: consistente en la realización de amenazas para intimidar y aumentar el temor mediante el envío de notas o correos, por ejemplo. Además, vemos que este tipo de acoso, es utilizado en muchas ocasiones para que la víctima ejecute acciones en contra de su voluntad.
  3. Maltrato físico: más frecuente durante la educación primaria, que en la secundaria.
  4. Aislamiento Social.
  5. Ciberbullying: referente, más que de un tipo de acoso escolar, de una nueva manifestación del mismo, mediante el desarrollo de tres conductas típicas como son el hostigamiento, la exclusión a espacios comunes de internet , o la manipulación de la información.

A todas las características descritas anteriormente, pudimos, gracias a la realización de una dinámica en clase, consistente en la representación de los diferentes tipos de acoso escolar, añadirle una más. Y es que, el bullying es un fenómeno que raramente se da de forma explícita o pública, sino que suele desarrollarse en grupos pequeños y se oculta con celo al exterior. Por tanto, sólo cuando el bullying lleva un largo período de desarrollo en el que prácticamente se ha pasado por todas las fases descritas, comienza a aceptarse por parte de unos compañeros de clase, que con toda probabilidad ya han sufrido el acoso del agresor con anterioridad.

Aunque en la clase no se comentó tanto el papel de los compañeros de clase o espectadores, me gustaría recalcar que éstos, pueden actuar de diversas formas, entre las que vemos, el desarrollo del propio acoso y la desensibilizanción ante el problema, bien por la familiarización con éste o el propio desinterés por la situación.

Tras contemplar los diferentes tipos de acoso escolar, destacaré a continuación las posibles consecuencias sociales que pueden derivar de él. Así, observamos como en el caso de la víctima se produciría un claro descenso de su autoestima y confianza, así como un aumento de su infelicidad, algo que puede ir unido a la aparición de problemas de salud, tanto física como emocional y al desarrollo de conductas agresivas o dañinas para su salud. En muchos casos, las víctimas pueden llegar incluso al suicidio si no se interviene sobre la situación, como ocurrió con el protagonista de la siguiente noticia, que os dejo a través del enlace:

http://www.informativos.telecinco.es/jokin/acoso_escolar/violencia_aulas/dn_37034.htm

Tras esto, la ponencia se centró en la aplicación práctica de estrategias educativas sobre el problema, dividiéndolas en dos.

Las primeras, son las relacionadas con la prevención, donde destaco el llamado “Plan de convivencia”, un documento útil para concretar la organización y funcionamiento del Centro en relación con la convivencia, los objetivos específicos a alcanzar, las normas que lo regularán y las actuaciones a realizar en ese ámbito para la consecución de los objetivos planteados. En el caso de Andalucía, la Consejería de Igualdad y Bienestar Social expone en su página un modelo de plan, al que todos los centros educativos pueden recurrir y que os expongo a continuación con un enlace, ya que al contener elementos como una metodología de carácter grupal y participativa, centrada en todo el alumnado, incluyendo los agresores, me parece un buen ejemplo.

http://docs.google.com/viewer?a=v&q=cache:652pYFyVkroJ:www.juntadeandalucia.es/educacion/portal/com/bin/convivencia/contenidos/Materiales/PublicacionesdelaConsejeriadeEducacion/MATERIALESCONVIVENCIA/1192699560263_libro1_contenido.pdf+plan+de+convivencia+en+centros+educativos,+andalucia&hl=es&gl=es&pid=bl&srcid=ADGEESjjxNckpQIRRmXltwMhH3oOyDEtFjpCXA9B6WrowWFCjJ8mWGJmbjIya5UlajUf9BcLTQ0XTbF7yhqqmk_vJuQX4Lig0T9mw8AMgflZSuH0VvyfcopJ82YnCNEdXMN93GRa5BGX&sig=AHIEtbSlfLMkVmZ4aDgmQuVk2iI-ihOPzA&pli=1

Por otra parte, también encontramos estrategias de actuación, como las “Guías para el equipo docente”, en la que éstos encuentran una serie de pautas para la intervención ante el acoso escolar, como la necesidad de actuar rápidamente ante la agresión, comunicando el caso al resto de profesorado, para desarrollar una intervención planificada de forma conjunta, que implique hablar y tratar a todos los afectados, incluyendo a las familias. Además de lo anterior, me gustaría recopilar aquí, una serie de estrategias educativas que podrían desarrollarse para las víctimas, como los grupos de apoyo y/o autoayuda, donde podríamos desarrollar las figuras cada vez más conocidas de los alumnos ayudantes. Con respecto a los agresores, también podría llevarse a cabo con ellos por ejemplo, terapias para la deshabituación de conductas disruptivas, actividades relacionadas con la adquisición de habilidades sociales o de resolución pacífica de conflictos.

Personalmente, me gustaría aportar información sobre dos programas relacionados:

- “Programa de sensibilización, basta de matones, realizado en Sevilla, a través del cual se intenta prevenir el fenómeno del acoso escolar y del que podéis observar un vídeo bastante ilustrativo:




- "Plan de Prevención del Ciberacoso y Promoción de la Navegación Segura en los Centros Escolares", que puesto en marcha por la Junta de Castilla y León, se centra en promover el buen uso de los medios informáticos entre todos los miembros de la comunidad educativa, con la ayuda de guías explicativas elaboradas para ello.


Como vemos, todos los planes, programas y actividades expuestos tienen un gran cariz educativo, por lo que no está demás defender la presencia del perfil profesional del educador social en la resolución de este tipo de problemáticas, al poseer éste tanto la formación, como las competencias específicas para ello. A estos motivos, se une el hecho de que ya en muchas comunidades autónomas, la figura del educador es de obligada presencia en los centro escolares de secundaria, por lo que existiría aún una mayor facilidad para que éstos fueran los encargados de implementar iniciativas como las de reforzar los nexos de unión entre escuela y familia, a través por ejemplo de los “Planes de convivencia”.

En último lugar, resaltar el gran interés que me suscita esta temática, sobre la que pese a haber trabajado ya en otras asignaturas, he descubierto nuevos aspectos de interés, relacionados especialmente con la sensibilización al respecto por parte de los centros educativos y la gran cantidad de iniciativas puestas en marcha. No obstante, me gustaría hacer hincapié en la necesidad de considerar la figura del agresor, como la de una víctima que también requiere ayuda para superar este problema. Con la inclusión a continuación de los enlaces de los que me he servido, me despido. Un saludo.

http://www.juntadeandalucia.es/averroes/cpsil/spip.php?article362

http://noticiasdeltomasyvaliente.blogspot.com/2010_01_01_archive.html


1 comentario:

  1. Bueno, creo que la entrada no ha quedado mal, aunque he tenido problemas para igualar tipo y tamaño de letras, al pasar el texto del word aquí.

    Si tenéis problemas para entrar a cualquier enlace, comunicádmelo por aquí y trataré de arreglarlo.

    Ah¡¡ Me he acordado también de que a través de la Orden de 25 de julio de 2002, al Junta puso en marcha el Plan Andaluz para la Cultura de la Paz y la No Violencia, que encontraréis aquí:

    http://www.adideandalucia.es/normas/ordenes/orden%2025-7-2002%20Cultura%20Paz.htm

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