Esta sesión, dividida en dos partes por la profesora, fue dedicada en primer lugar a la conclusión del tema dos, centrado en este caso en los nuevos enfoques existentes en la intervención y los modelos derivados de ellos, y en segunda a la mejora de las habilidades comunicativas del alumnado, como refuerzo de cara a las exposiciones grupales que en breve comenzarán.
De este modo, la primera parte de la clase comenzó haciendo alusión a los nuevos modelos que desde los años setenta, autores como Ross y Fabiano impulsan en la intervención. Dichos autores, nos hablan por ejemplo, de que la eficacia de los programas desarrollados, depende en su mayoría de la concepción inicial que se tenga sobre la persona o colectivo a intervenir, prestando más atención en vez de a qué tratará el programa, a cómo lo hará, quién lo desarrollará, la relación que se establecerá entre los participantes del mismo, así como la situación social del sujeto en cuestión.
Partiendo de premisas como las anteriores, vemos que algunas de las claves de las técnicas a emplear, que han de ser entendidas como procesos y no como actuaciones puntuales, son por ejemplo la delimitación del perfil profesional y de la naturaleza de las relaciones a establecer entre profesionales e individuos.
Una vez visto esto, hemos de resaltar que toda desadaptación parte de una causa, aunque su mantenimiento en el tiempo, quizá dependa de otras. Para mostrar, varios ejemplos de aquellas de estas causas o factores que conllevarían a la postergación de tal estado, así como las posibles soluciones, os expondré a continuación una tabla:
Tras esto, pasamos a hablar de la segunda parte de la clase, que por cierto además de llamarme la atención, me pareció muy útil, de cara a la exposición que la semana siguiente debería realizar nuestro grupo. Tanto fue así, que incluso dos miembros del mismo, Esther y yo, participamos activamente en la dinámica iniciada por Almudena, saliendo a la tarima a exponer un power-point preparado por ella, ante los compañeros, mientras éstos seguían instrucciones de prestar interés o no a la explicación, de la propia profesora.
La verdad es que analizar como los compañeros prestaban atención o no, según cómo se comunicase el ponente, o la influencia que éstos tienen con su actitud sobre el último, fue muy interesante y productivo, ya que por ejemplo aprendimos varios trucos para evitar el nerviosismo a la hora de hablar, así como errores que no debíamos cometer.
Finalmente, decir que en la clase también se habló del seminario que tendríamos el miércoles de la semana próxima, dedicado al colectivo de infancia y familia, el cual entraría junto con el primero, dentro de la evaluación del segundo cuatrimestre, lo que no tendría por qué ocurrir con la exposición que nuestro grupo haga el jueves, la cual los compañeros podrán incluir en su blog si lo desean en el segundo cuatrimestre. Con esto, concluyo la sesión hasta la próxima semana.
De este modo, la primera parte de la clase comenzó haciendo alusión a los nuevos modelos que desde los años setenta, autores como Ross y Fabiano impulsan en la intervención. Dichos autores, nos hablan por ejemplo, de que la eficacia de los programas desarrollados, depende en su mayoría de la concepción inicial que se tenga sobre la persona o colectivo a intervenir, prestando más atención en vez de a qué tratará el programa, a cómo lo hará, quién lo desarrollará, la relación que se establecerá entre los participantes del mismo, así como la situación social del sujeto en cuestión.
Partiendo de premisas como las anteriores, vemos que algunas de las claves de las técnicas a emplear, que han de ser entendidas como procesos y no como actuaciones puntuales, son por ejemplo la delimitación del perfil profesional y de la naturaleza de las relaciones a establecer entre profesionales e individuos.
Una vez visto esto, hemos de resaltar que toda desadaptación parte de una causa, aunque su mantenimiento en el tiempo, quizá dependa de otras. Para mostrar, varios ejemplos de aquellas de estas causas o factores que conllevarían a la postergación de tal estado, así como las posibles soluciones, os expondré a continuación una tabla:
Tras esto, pasamos a hablar de la segunda parte de la clase, que por cierto además de llamarme la atención, me pareció muy útil, de cara a la exposición que la semana siguiente debería realizar nuestro grupo. Tanto fue así, que incluso dos miembros del mismo, Esther y yo, participamos activamente en la dinámica iniciada por Almudena, saliendo a la tarima a exponer un power-point preparado por ella, ante los compañeros, mientras éstos seguían instrucciones de prestar interés o no a la explicación, de la propia profesora.
La verdad es que analizar como los compañeros prestaban atención o no, según cómo se comunicase el ponente, o la influencia que éstos tienen con su actitud sobre el último, fue muy interesante y productivo, ya que por ejemplo aprendimos varios trucos para evitar el nerviosismo a la hora de hablar, así como errores que no debíamos cometer.
Finalmente, decir que en la clase también se habló del seminario que tendríamos el miércoles de la semana próxima, dedicado al colectivo de infancia y familia, el cual entraría junto con el primero, dentro de la evaluación del segundo cuatrimestre, lo que no tendría por qué ocurrir con la exposición que nuestro grupo haga el jueves, la cual los compañeros podrán incluir en su blog si lo desean en el segundo cuatrimestre. Con esto, concluyo la sesión hasta la próxima semana.
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